« La fe debe ir acompañada de un largo trabajo, es el resultado de esfuerzos repetidos día a día; es algo vivo que nunca debemos separar de nuestra vida cotidiana. Esto es lo que debemos comprender para poder decifrar el sentido de las palabras de Jesús: "Si tuvierais la fe de un grano de mostaza, diríais a esta montaña: Desplázate de aquí a allá, y se deplazaría..."
Podemos deplazar una montaña, pero con la condición de no lanzarse e alla pensando poderla desplazar de una sola vez. Se puede transportar una montaña, ¡pero desplazando una piedra después de otra! Cada Piedra desplazada, es decir, cada éxito, por mínimo que sea, aumenta nuestra fe, porque nos sentimos más sólidos, más fuertes, más dueños de las situaciones... Mirando hacia atrás, medimos el camino recorrido... y entonces, es posible que, a mitad del trabajo emprendido, nuestra fe se haya reforzado tanto, que ya podamos transportar todo el resto de una sola vez. »
Omraam Mikhael Aivanhov
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