La mayoría de la gente se pasa la vida aprisionada en los confines de sus propios pensamientos. Nunca van más allá de un sentido de identidad estrecho y personalizado, fabricado por la mente y condicionado por el pasado.
En cada ser humano, hay una dimensión de conciencia mucho más profunda que el pensamiento. Es la esencia misma del ser. Podemos llamarla presencia, alerta, conciencia incondicionada. En las antiguas enseñanzas, es el Cristo interno, o tu naturaleza de Buda.
Hallar esa dimensión te libera, y libera al mundo del sufrimiento que te causas a ti mismo y a los demás cuando sólo conoces el «pequeño yo» fabricado por la mente, que es quien dirige tu vida. El amor, la alegría, la expansión creativa y una paz interna duradera sólo pueden entrar en tu vida a través de esa dimensión de conciencia incondicionada.
Si puedes reconocer, aunque sea de vez en cuando, que los pensamientos que pasan por tu mente son simples pensamientos, si puedes ser testigo de tus hábitos mentales y emocionales reactivos cuando se producen, entonces esa dimensión ya está emergiendo en ti como la conciencia en la que ocurren los pensamientos y emociones: el espacio interno intemporal donde se despliegan los contenidos de tu vida.
Practicando el Poder del Ahora
La libertad comienza cuando te das cuenta de que no eres «el pensador».
En el momento en que empiezas a observar al pensador, se activa un nivel de conciencia superior. Entonces te das cuenta de que hay un vasto reinode inteligencia más allá del pensamiento, y de que el pensamiento sólo es una pequeña parte de esa inteligencia.
También te das cuenta de que todas las cosas verdaderamente importantes
—la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interna—
surgen de más allá de la mente.
Empezamos a despertar.
"Cuando nuestra conciencia se dirige hacia fuera,
surgen la mente y el mundo.
Cuando se dirige hacia dentro, alcanza su propia Fuente
y regresa a casa, a lo No Manifestado."
-Eckhart Tolle-
La vida es simple, creo.
Lo que recibimos del exterior es lo que antes enviamos. El universo apoya totalmente cada idea que decidimos creer, pensar o hacer crecer.
Cuando somos pequeños aprendemos de las reacciones de los adultos que nos rodean. Nuestras creencias nuestros sentimientos hacia nosotros mismos y hacia la vida provienen de allí.
Sean cuales sean estas creencias, al crecer las reeditaremos como experiencias. Sin embargo se trata solamente de formas de pensar yel momento del poder es siempre el presente.
Los cambios se puedem iniciar en este mismo momento.
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